EL RUIDO, LA NUEVA AMENAZA CONTAMINANTE:
La denominada "contaminación acústica" perturba las distintas actividades sociales, interfiriendo la comunicación hablada, perturbando el sueño, el descanso y la relajación; impidiendo la concentración y el aprendizaje y, lo que es más grave, creando estados de cansancio y tensión que pueden terminar en enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular.
La intensidad de un sonido se mide en decibeles (dB). La escala corre entre el mínimo sonido que el oído humano pueda detectar (0 dB), y el sonido más fuerte (más de 180 dB), el ruido de un cohete durante el lanzamiento. La Organización Mundial de la Salud considera los 50 dB como el límite superior deseable.
El aire no sólo está contaminado por la polución. Desde hace años, nuestro medio ambiente también se ha visto afectado por la "contaminación acústica", la cual altera las condiciones de sonido normales en una determinada zona.
Y si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, si no es controlado también puede causar graves daños en la calidad de vida de las personas. Este problema supone en la actualidad efectos negativos fisiológica, psicológica, económica, y socialmente hablando.
Vamos por parte. El ruido ha existido desde la antigüedad, pero fue como consecuencia de la Revolución Industrial, del desarrollo de nuevos medios de transporte y del crecimiento de las ciudades, que comenzó a aparecer el problema de la contaminación acústica urbana, cuyo principal causante es la actividad humana.
El ruido se define como cualquier sonido calificado, por quien lo sufre, como algo molesto, indeseable e irritante. A su vez, se define contaminación acústica como aquella que se genera por un sonido no deseado, que afecta negativamente la calidad de vida y, sobre todo, a aquellos individuos que desarrollan actividades industriales y a los que usan con frecuencia determinados vehículos para poder desplazarse.
En otras palabras, es el conjunto de sonidos ambientales nocivos que recibe el oído, y que tienen su origen en las situaciones relacionadas con las actividades humanas, como el transporte, la construcción de edificios y obras públicas, y la industria, entre otras.
¿Cuándo se habla exactamente de contaminación acústica?... cuando se exceden los límites previstos por organismos internacionales. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los 50 dB (decibeles) como el límite superior deseable. Si se sobrepasa esta cifra, corremos el riesgo de sufrir una disminución importante de la capacidad auditiva, así como también trastornos que van desde lo psicológico a lo físico.
Niveles de ruido Para medir el impacto del ruido ambiental (contaminación acústica) se utilizan tres indicadores: LEQ o Nivel continúo equivalente o Nivel medio equivalente: El nivel de ruido constante. Mide en decibeles el nivel de ruido de un determinado lugar, durante un período de tiempo.
LDN o Nivel equivalente Día-Noche: Mide el nivel de ruido LEQ que se produce en 24 horas. Al calcular el ruido nocturno, como no debe haber, se penaliza sobre 10 dB los ruidos que se producen entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana.
SEL o Sound Explousure level: Es el nivel LEQ de un ruido de 1 segundo de duración. Se utiliza para medir el número de ocasiones en que se superan los niveles de ruido tolerado en sitios específicos: barrios residenciales, hospitales, escuelas, etc.
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Los decibeles se miden logarítmicamente. Esto significa que la intensidad se incrementa en unidades de 10; cada incremento es 10 veces mayor que el anterior. Entonces, 20 decibeles es 10 veces la intensidad de 10 dB, y 30 dB es 100 veces más intenso que 10 dB.
Un estudio reciente (año 2005) de la OMS arrojó que España es uno de los países con mayor porcentaje de población expuesta a elevados niveles de ruido ambiental: uno de cada cuatro españoles soporta niveles superiores a los 65 decibeles.
En la Unión Europea 80 millones de personas están expuestos diariamente a niveles de ruido ambiental superiores a 65 dB y otros 170 millones lo están a niveles ente 55-65 dB.
Los daños
Los resultados de la misma investigación señalan que la contaminación acústica constituye una seria amenaza para la salud y la calidad de vida de la población.
El ruido ocasiona enormes gastos sanitarios, sociales e industriales, y es el responsable directo de miles de accidentes, del 1,5% de la pérdida de jornadas de trabajo y de hasta el 20% de las consultas psiquiátricas.
Específicamente respecto de los efectos auditivos, una exposición prolongada a una fuente de ruido puede producir sordera, perforaciones en el tímpano, desplazamiento temporal del umbral de audición y el desplazamiento permanente del umbral de audición.
Además del efecto sobre la audición, la exposición continuada a elevados niveles de ruido puede provocar otros muchos efectos fisiológicos que afectan en particular al sistema cardiovascular, respiratorio y digestivo.
Se ha observado que las madres embarazadas que han estado desde comienzos de su embarazo en zonas muy ruidosas, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si la exposición ocurre después de los 5 meses de gestación, después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cuando lo sienten y al nacer tienen un tamaño inferior al normal.
A más de 60 dB se produce dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado, agitación respiratoria, acelaración del pulso y taquicardias, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza, menor irrigación sanguínea y mayor actividad muscular (los músculos se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espalda).
A más de 85 dB se produce secreción gástrica, gastritis o colitis; aumento del colesterol y de los triglicéridos, con el consiguiente riesgo cardiovascular. En enfermos con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis, problemas coronarios e incluso infartos. Aumenta la glucosa en la sangre, y en los enfermos de diabetes esto puede ocasionar estados de coma y hasta la muerte.
Respecto a los efectos psicológicos derivados de la exposición al ruido, el más común es el de molestia. Esta reacción psicológica tiene su origen, entre otras causas, en las múltiples interferencias que provoca el ruido en las diversas actividades del hombre, como la comunicación y el sueño (insomnio), lo que a su vez puede provocar accidentes causados por la incapacidad de oír llamados de advertencia u otras indicaciones.
Además de impedir el descanso adecuado, el ruido puede afectar negativamente a la capacidad de atención y concentración, dificultando el aprendizaje y disminuyendo el rendimiento. Asimismo, puede producir alteraciones en la conducta que, momentáneamente, puede hacerse más irritable e incluso agresiva.
Otros efectos: fatiga, estrés, depresión, ansiedad, histeria y neurosis, aislamiento social. Y todos los efectos psicológicos están íntimamente relacionados, por ejemplo: el aislamiento conduce a la depresión. El insomnio produce fatiga. La fatiga, falta de concentración. La falta de concentración conduce a la poca productividad, y la falta de productividad al estrés.
La lucha contra la contaminación acústica
El tratamiento del ruido como un contaminante ha carecido desde siempre de un marco legal. La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación.
Hace varios años, en las normativas de protección del medio ambiente, no se consideraba el contaminante ruido. A medida que la industrialización y las ciudades han ido creciendo, en todos los países del mundo se han elaborado normas y estatutos que se encargan de la protección del medio ambiente contra el exceso de ruido.
Los esfuerzos más serios de las comunidades internacionales se traducen en la profundización de los estudios sobre causas y origen (fuentes), deterioro y políticas de prevención y control de la contaminación sonora.
En el "Estudio Base de Generación de Niveles de Ruido en Santiago", encargado por la Intendencia de la Región Metropolitana en el año 1989, se estimó que en Santiago, en esa época, aproximadamente 1.300.000 personas estaban sometidas a niveles de ruido considerados inaceptables por las normas de calidad ambiental internacionales.
El resultado de una encuesta realizada en una de las comunas céntricas de Santiago, en 1990, reveló que el ruido es calificado por los vecinos como el principal problema ambiental.
Los reiterados reclamos que reciben los servicios del país relativos a problemas relacionados con ruido (más del 50% del total de denuncias efectuadas en Santiago son por ruido), son ejemplos de la relevancia ambiental actual existente en torno al tema de la contaminación acústica, que se extiende a través de todo el país junto con el crecimiento de las actividades industriales, comerciales, etc., y el desarrollo de las ciudades.
La CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente) es la entidad encargada de solucionar este problema. De hecho, se encuentra elaborando la Norma de Emisión de Ruidos Molestos generados por actividades de construcción.
Además, se ha ingresado al 8° Programa Priorizado, es decir, se ha definido como prioritaria, la elaboración y entrada en vigencia de la Norma de Ruido para Vehículos Livianos, Medianos y Motocicletas.
Ya existe la Norma Para la Emisión de Ruido de los Buses de Locomoción Colectiva Urbana y Rural, en vigencia desde el 8 de mayo de 2003, y que establece valores máximos permisibles de emisión de ruido para los buses urbanos de todo el país y los rurales de la Región Metropolitana.
También está vigente desde 1998 una norma que regula los ruidos de las fuentes fijas (discoteques, industrias, talleres, etc.). En el 8º Programa Priorizado de normas se ha incluido la revisión de esta normativa.
Se elaboró, en conjunto con el Instituto Nacional de Normalización, una norma técnica para la aislación mínima que tienen que tener las viviendas.
Se midió la percepción de la comunidad frente a niveles de ruido en Iquique, Valparaíso y Temuco.
Y se han hecho los siguientes estudios:
- Ruido de buses de locomoción colectiva
- Ruido de actividades de construcción
- Ruido de los vehículos nuevos
- Ruido de carreteras y autopistas
-Vibraciones
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